La Localización Industrial

El autor, Edmundo Pimentel, es estadístico, profesor emérito de la Universidad Central de Venezuela, investigador en el área social y consultor de empresas. Email: [email protected]

Se entiende por localización de una unidad productora de bienes o servicios al proceso de selección de la entidad geográfica donde dicha unidad será ubicada en forma definitiva. La localización industrial es un concepto clave en el mundo empresarial, y se refiere a la selección estratégica de la ubicación de una planta o fábrica de producción. Esta decisión puede tener un impacto significativo en el éxito y la rentabilidad de una empresa, ya que la elección de la ubicación adecuada puede ofrecer numerosas ventajas competitivas. Para comprender los factores claves que influyen en esta decisión, es necesario analizar tanto los determinísticos como los aleatorios.

 

En primer lugar, los factores determinísticos juegan un papel fundamental en la localización de las industrias. Entre ellos se encuentran la disponibilidad de recursos naturales, como materias primas y fuentes de energía, que pueden ser determinantes en la elección de un lugar específico, la disponibilidad de mano de obra calificada, la proximidad a los proveedores y clientes, la infraestructura de transporte, los costos de producción y la legislación laboral y fiscal. Además, la cercanía a los mercados y la infraestructura de transporte, cercanía a puertos y aeropuertos,  la calidad de la red vial y de las telecomunicaciones, los costos de producción y la legislación laboral y fiscal, también son factores determinantes, ya que influyen en los costos de distribución y logística de los productos.

 

Uno de los factores más importantes a considerar es la disponibilidad de mano de obra calificada, las empresas necesitan asegurarse de que la ubicación elegida tenga suficientes trabajadores capacitados en el sector industrial específico. Esto puede incluir ingenieros, técnicos y operarios especializados. Además, es importante evaluar el nivel de educación y formación de la fuerza laboral en la región, ya que esto puede afectar directamente la calidad y eficiencia de la producción.

La proximidad a los proveedores y clientes también es un factor crucial. Una ubicación estratégica que permita una fácil y rápida conexión con los proveedores puede reducir los costos de transporte y minimizar los tiempos de entrega. Del mismo modo, estar cerca de los clientes puede ser beneficioso para reducir los costos de distribución y mejorar la atención al cliente.

La infraestructura de transporte es otro aspecto a considerar. Una ubicación con una buena red de carreteras, ferrocarriles y puertos puede facilitar el transporte de materias primas y productos terminados. Además, una buena infraestructura de transporte puede reducir los costos logísticos y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro.

Los procesos que utilizan materias primas cuya movilización física supone un gasto por unidad de producto terminado comparativamente mayor que el necesario para transportar el bien elaborado, tienden a localizarse en las cercanías de las fuentes de los insumos. Por el contrario, los procesos cuyos productos elaborados suponen costos de transferencia superiores a los necesarios para el transporte de los diferentes insumos por unidad de producto final, se orientan hacia los centros de consumo.

Los costos de producción también deben ser evaluados. Esto incluye los costos de mano de obra, los impuestos y las regulaciones laborales y fiscales. Algunas regiones pueden ofrecer incentivos fiscales o beneficios para atraer la instalación de empresas industriales. Evaluar estos costos puede ayudar a tomar una decisión informada sobre la localización industrial.

Por último, es importante tener en cuenta las condiciones políticas, económicas y sociales de la región. Esto incluye la estabilidad política, la situación económica y la calidad de vida de los trabajadores. Los poderes políticos pueden favorecer la ubicación de industrias: mediante una ley laboral fque no ahuyente a los empresarios, ofreciendo suelo industrial barato, eximiendo temporalmente de impuestos a las empresas, u otorgando subvenciones. Todas estas medidas, y algunas otras de tipo legal, fiscal o bancario, pueden hacer bajar los costos unitarios de un producto, al menos a corto plazo, por lo que una empresa puede decidirse a construir una planta en un determinado lugar en función de ellos.

Por otro lado, los factores aleatorios también pueden influir en la localización de las industrias. Estos factores son más difíciles de predecir y están relacionados con eventos imprevistos, como desastres naturales o cambios políticos. Por ejemplo, un terremoto, una inundación o un incendio en las cercanías, podría destruir una fábrica y obligar a la empresa a reubicarse en otra área geográfica.

En resumen, la localización industrial es un aspecto crucial en el éxito de una empresa. La elección de la ubicación adecuada puede ofrecer ventajas competitivas significativas, como una mano de obra calificada, una buena infraestructura de transporte y costos de producción competitivos. Evaluar los diferentes factores antes de tomar una decisión puede ayudar a maximizar el potencial de crecimiento y rentabilidad de una empresa industrial.

En cuanto a las teorías clásicas de la localización, existen diferentes enfoques que han intentado explicar este fenómeno. Una teoría clásica es la de los costos de transporte, propuesta por Alfred Weber. Según esta teoría, las empresas tienden a ubicarse cerca de los mercados o de los recursos naturales para minimizar los costos de transporte.

Por su parte, la teoría de los lugares centrales, desarrollada por Walter Christaller, postula que las empresas se localizan en función de la distribución de la población y la demanda de bienes y servicios. De esta forma, las industrias se concentran en lugares estratégicos que permiten abastecer a una amplia población.

Los estudios realizados sobre la localización han sido orientados en gran parte (sino es que en totalidad) a entender las causas que originan a que la actividad industrial se concentre en regiones dentro de un país determinado. De aquí se deriva la importancia de la nueva geografía económica, en el sentido de comprender cómo se encuentran distribuidas las actividades económicas, y si existe algún tipo de especialización en las regiones que coadyuve a entender dicha distribución industrial en un espacio específico.

En la amplia literatura de la teoría de la localización prevalecen dos visiones bajo las cuales existen incentivos tales como las economías de escala para que las empresas se localicen en un espacio determinado. Por un lado, tenemos el enfoque de las economías internas que establecen que la formación de economías de aglomeración es determinada por la dimensión de la producción de una empresa, basada en una serie de factores que se desprende de su misma elección.

Adicionalmente, cuando la decisión en la determinación de la producción se deriva de forma no cooperativa entre las empresas y se benefician de forma simultánea de dicha elección, el enfoque bajo el cual debe ser considerada la formación de economías de aglomeración es bajo la economía externa. El análisis de las economías internas o externas se basa bajo el enfoque de la oferta, es decir, desde la perspectiva del comportamiento de las empresas en su proceso de producción, un enfoque meramente neoclásico.

Pero lo mejor que pueden ofrecer los poderes públicos es un clima de estabilidad social, legal y judicial que garantice que el esfuerzo empresarial triunfará o fracasará sólo por las leyes del mercado, y no por las arbitrariedades de los políticos y revueltas sociales. La corrupción es uno de los mayores factores limitantes para un crecimiento económico sostenido y diversificado.

Cuando las condiciones de suministro de materia prima y otros insumos son similares, cuando no hay restricciones debido a lineamientos de política económica y social o cuando la infraestructura disponible es similar en las opciones locacionales, o no afecta la decisión de localización, es posible utilizar un procedimiento más sencillo, que consiste en construir una tabla donde simultáneamente se expresen los factores locacionales y sus correspondientes costos unitarios en las opciones de ubicación consideradas. La opción cuya suma de los costos unitarios resulte menor, corresponderá a la mejor localización.

Consideremos que se tienen tres opciones de ubicación geográfica para instalar una planta industrial y que se conocen los costos unitarios de los factores locacionales para cada opción, entonces se puede construir la tabla que se muestra a continuación:

 

En el cuadro precedente la mejor ubicación corresponderá a la opción que minimice la suma de los costos unitarios de cada uno de los factores considerados.

La mayoría de los observadores industriales reconocen hoy en día la existencia de dos tendencias claramente definidas, en la localización de plantas. La primera es la de situarlas en las proximidades de las ciudades, en lugar de hacerlo en las áreas rurales o en las mismas ciudades. Hoy en día las zonas suburbanas ofrecen prácticamente todas las ventajas, facilidades y servicios que se encuentran en las áreas de las ciudades y, además, tiene la ventaja de tener  menores contribuciones y de contar con terrenos suficientes para aumentar la planta, para hacer frente a expansiones y para contar con estacionamiento  para automóviles del personal de la fábrica.

La segunda tendencia en la localización de plantas es hacia la descentralización de las mismas. La descentralización, o sea, la separación de las plantas de una empresa dada en nuevas localizaciones, es una tendencia que comenzó hace un cierto número de años y que se sigue manifestando hoy en día, pero con nuevos motivos muy significativos. Anteriormente la industria establecía plantas subsidiarias con objeto de hacer acopios de nuevos mercados y de prestar un servicio más barato y más rápido a los compradores.

Sin embargo, en los últimos años apareció un nuevo motivo en la descentralización que se origina en el reconocimiento de las dificultades de manejo de las plantas gigantescas, tan características de las industrias de producción en masa. Una gran planta no es forzosamente más eficiente que una pequeña. Por el contrario,  una industria grande es a menudo pesada., difícil de dirigir y víctima de la inercia. La dirección de una planta semejante se halla tan alejada de las funciones de operación que sus decisiones se vuelven impersonales y pierden la perspectiva de los problemas de la planta.

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